sábado, 15 de marzo de 2014

Literatura y erotismo (III). La escandalosa Anaïs Nin

Anaïs Nin es la primera mujer occidental que escribe y publica literatura erótica. Su vida llena tres cuartas partes del siglo XX.  Nació en 1903 y murió en 1977. En ese paréntesis se enmarcan los aconteceres de una vida que en su momento rodearon su nombre de escándalo en una sociedad hipócrita, y se alienta una obra no menos escandalosa. Su verdadero nombre era Ángela Anaïs Juana Antolina Rosa Edelmira Nin, nacida en Neuilly-sur-Seine, Francia, hija de padres cubano-españoles que tomó la nacionalidad estadounidense y vivió y trabajó en París, Nueva York y Los Ángeles.
 
Tomó tempranamente la decisión de ser escritora, a los once años, cuando su padre abandonó a la familia. Padre e hija no se volverían a encontrar hasta veinte años después. Es en aquel grave choque emocional de la abrupta ausencia voluntaria del padre cuando comienza a escribir sus célebres “Diarios” que continuaría escribiendo durante décadas y en cuyas páginas nos cuenta tanto su vida, con detalles no pocas veces escandalosos, como las circunstancias del tiempo que le tocó vivir. Se casó  a los 19 años en La Habana con el banquero Hugh Guiler  con el que se trasladó a París y luego a  Nueva York y a Los Ángeles, pero pronto se sintió aburrida de una vida cómoda, leyó a D.H, Lawrence que tanto le influyó, y se dedicó a escribir como profesión.

domingo, 2 de marzo de 2014

Literatura y erotismo (II). D.H. Lawrence y "El amante de Lady Chatterley"

Podría haber elegido otros autores y títulos representativos para tratar en las sucesivas partes de “Literatura y erotismo” de los muchos que se citan en la primera, pero me quedo con éstos por los motivos que explicaré: “El amante de Lady Chatterley”, de D. H. Lawrence, “Diarios”, “Delta de Venus” y “Pájaros de fuego”, de Anaïs Nin, y “Cincuenta sombras de Grey”, de E. L. James. Dedicaré la entrega final a una breve muestra de mi poesía erótica. En esta segunda parte me refiero a la celebrada obra de D. H. Lawrence.

“El amante de Lady Chatterley” se publicó en Florencia en 1928 y no se imprimió en el Reino Unido hasta 1960. Treinta y dos años de sombra. La obra muestra un ambiente rural marcado por la industrialización, en este caso de la minería del carbón, que vive las consecuencias de la primera guerra mundial. Su protagonista se mueve en el contraste entre el instinto y la razón, lo espontáneo y lo convencional. El sexo es una forma de ejercicio de libertad, de conocimiento directo y real, cuando la mujer europea de los años veinte se abría a nuevas costumbres que incluían una creciente liberación en las prácticas sexuales. La novela produjo un gran escándalo y fue prohibida durante un largo periodo de tiempo, aunque fue bien recibida por autores relevantes como Bertrand Russell y Aldous Huxley.  La leyenda asegura que esta obra emblemática de Lawrence se persiguió por sus descripciones explícitas de sexo pero, además, se unieron más motivos, aunque comúnmente no han recibido la debida atención.