domingo, 29 de septiembre de 2013

Gonzalo Manglano o la rara madurez

Me tengo por un buen catador de creadores. Desde la madurez que, ay, me otorga la mera cronología, los veo llegar y pocas veces me equivoco cuando apuesto por alguno de ellos. No puedo asegurar cuánto tardarán en conseguir el fin que se proponen, ni siquiera es infalible afirmar que lleguen a conseguirlo porque la consecución de una meta tiene no poco que ver con factores ajenos a la valía, pero sí me atrevo a valorar el equipaje que llevan en su camino.
 
Es el caso de Gonzalo Manglano de Garay al que no me gusta considerar promesa. No se trata de una adivinación de su trabajo futuro sino de una afirmación de su camino ya recorrido. Ha publicado ensayo literario, relatos, y es un excepcional fabulador además de un hombre sumergido en la cultura desde una consideración activa, de animación, de presencia en las más plurales manifestaciones. Siempre está maquinando algo nuevo, siempre nos sorprende con su imaginación desbordante. Además, y acaso debería haber empezado por ahí, es un novelista original, pulcro en el artificio narrativo, sabio muñidor del idioma, minucioso en el adjetivo, resolutivo en las situaciones de la trama, de lenguaje onírico y poético. Ha escrito varias novelas y ha publicado “Crónicas de humo” (Alfama, 2008) en cuyo acto de presentación tuve la fortuna de intervenir.   
 

domingo, 22 de septiembre de 2013

Mallarmé, Borges, el libro y lo fugaz

A menudo pienso en aquello que Stéphane Mallarmé, genio hermético y poliédrico, confió a sus contertulios en una de las famosas  reuniones de su casa de la Rue de Rome: “Todo en el mundo existe para acabar convirtiéndose en un libro”.  Una especie de panteísmo libresco. El salón de Mallarmé había llegado a ser el faro de la vida intelectual parisina, y le escuchaban Rilke, Verlaine, Valery, Guide o Yeats, mientras Manet le pintaba un retrato y Debussy orquestaba su célebre poema L'après-midi d'un faune. ¿Debe salvarse de la fugacidad lo que un escritor urdió para morir en unas horas, como pueden ser un artículo de periódico o una conferencia? Todo lo que nos rodea, lo que observamos, sobre lo que reflexionamos, lo que escribimos ¿atesora la condición hipotética de convertirse en libro? Quevedo lo expresó sabiamente en su célebre soneto “A Roma sepultada en sus ruinas” cuando contrasta las viejas piedras arrasadas por el tiempo y un Tíber tan vivo, en su rotundo endecasílabo final: “Lo fugitivo permanece y dura”.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Una literatura llamada Borges

Es canónico considerar que Borges es en sí mismo toda una literatura. Mi fervor por él nació en la adolescencia y perseguí escuchar su palabra durante años. Cuando viajé a Buenos Aires él no estaba allí y nuestros dos encuentros se celebraron en Madrid. El primero en una recepción a escritores en el Palacio de la Zarzuela cuando recibió el Premio Cervantes, y el segundo en una comida a cuatro en un restaurante típico, ya desaparecido, del barrio de las Letras, a la espalda del Hotel Palace.
 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Malula: el arameo bajo el fuego

En septiembre de 1991 un grupo de escritores viajamos a Siria para intervenir en unas jornadas literarias. Entre ellos Juan Antonio Hormigón, Joaquín Benito de Lucas, Antonio Porpetta, Margarita Arroyo, Carmina Casala, Antonio Gala, Raúl Torres, José López Martínez y José Manuel Caballero Bonald. Organizó el viaje Jesús Ríosalido, diplomático además de poeta, que había sido embajador de España en Damasco.

En nuestro viaje a Siria visitamos, entre tantos parajes, Malula, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, a cincuenta kilómetros al norte de la capital y a 1.700 metros de altura en las escarpadas cumbres del Kalamún que según la leyenda se abrieron en dos por un milagro para hacer posible el paso de Santa Tecla a la que perseguían los romanos. Se asoma a la autopista que une Damasco con Homs, cuna del emperador romano Heleogábalo. El pueblo, de menos de cinco mil habitantes, es junto a Jabadin y Bakah, uno de los tres lugares en los que aún se habla el arameo en Siria, y el único mayoritariamente cristiano: el 90%. de su población. Un oasis de diferencias que ahora la guerra ha condenado.  

jueves, 5 de septiembre de 2013

Dionisio Ridruejo: Ética, Literatura y Política

Acabo de leer la edición crítica y definitiva de “Cuadernos de Rusia. Diario 1941-1942”, de Dionisio Ridruejo, a cargo del historiador Xosé M. Núñez Seixas. Podría pensarse que es el diario de campaña de un soldado de la llamada División Azul, los voluntarios españoles que lucharon junto a las tropas de Hitler en la Rusia de Stalin, pero si busca un texto esencialmente político o militar el lector quedará decepcionado. Lo capital en este libro es su aliento literario, su estilo rico en matices, la capacidad de observación de su autor, su condición de mosaico emocional salpimentado de muestras líricas estimables.