En mi galería de poetas
olvidados y, además, “raros” (empleando el término con el alto significado que
le da Rubén Darío), y excéntricos, figura en lugar destacado Manuel Fernández
Sanz, conocido desde su irrupción en las tertulias literarias madrileñas como
Manolo o Manolito “el Pollero”. Era un tipo orondo, irónico, con esa cierta
melancolía de los tímidos. Lucía un bigotito de época y fumaba en pipa. Murió
en 1966 y su único libro fue póstumo. No quiso publicar ninguna obra; era
reconocido por sus recitales, los primeros en las tertulias del Café Pombo y
del Café Varela, en Madrid, y a menudo en las sesiones de “Alforjas para la
poesía”, en el Teatro Lara, acertada iniciativa de Conrado Blanco, gran
animador de la poesía de la época.
sábado, 26 de diciembre de 2015
lunes, 7 de diciembre de 2015
En la muerte de Pío Caro Baroja, una visita a Itzea
Ha muerto Pío Caro
Baroja, sobrino de Pio Baroja, hijo de su hermana Carmen y del editor Rafael
Caro Raggio. Tenía 87 años y asumió la responsabilidad de ser albacea literario
y vigilante del legado del escritor vasco, aparte de tener una personalidad
propia como etnógrafo, documentalista cinematográfico, investigador del
folclore español y escritor. En su homenaje recuerdo en estas líneas mi visita
a Itzea, en 2005, invitado por Pío Caro
Baroja y su mujer Josefina. Fue una ocasión memorable.
viernes, 6 de noviembre de 2015
En la muerte de Carlos Bousoño, gran teórico de la poesía
La poesía se escribe
más que se estudia. La crítica poética de hondura no se prodiga; obviamente no
me refiero a los críticos de libros. A veces coincide en un gran poeta la
condición de gran estudioso de la poesía; pienso en el maestro Dámaso Alonso.
No es lo común.
sábado, 17 de octubre de 2015
Montells y su "Diccionario del Diablo"
Releo el “Diccionario
del Diablo” de José María Montells, un autor que no podía dejar de figurar en
el catálogo de escritores con personalidad singular que van apareciendo en el blog.
Este libro de Montells es, probablemente, uno de los más atrevidos de su
producción, dentro de que nuestro escritor nunca ha sido un milindre y se ha
caracterizado desde su primera obra por el atrevimiento. Actúa comúnmente sin red.
martes, 6 de octubre de 2015
"Don Jorgito" y "Don Gitano": escritores, viajeros y excéntricos
He viajado en agosto a
Dublín y en septiembre a Edimburgo, escenarios en que trenzaron parte de sus
agitadas existencias dos interesantes escritores y excéntricos personajes cuyos
dos libros principales he releído con gusto estos días; ya escribió Cervantes
sobre el gozo de la relectura. En las vidas de George Borrow (1803-1881) y Walter
Starkie (1894-1976) se dieron no pocas afinidades. Borrow, inglés, estudió en
Edimburgo, pasó parte de su juventud en Escocia e Irlanda, y fue un viajero
impenitente; Starkie, irlandés de Dublín, estudió en el Trinity College y, como
Borrow, recorrió tierras y descubrió gentes. Ambos eran poliglotas, se
interesaron por la filología, escribieron en periódicos, amaron a España y a lo
español y, sobre todo, coincidieron en el
profundo estudio de los gitanos, cuya lengua,
el romaní, dominaban. Borrow y Starkie vivieron junto a los gitanos, conocían
sus costumbres y les dedicaron libros. Entre otros: “Lavengro. El estudiante,
el gitano y el cura” (1851), novela autobiográfica de Borrow, y “Don Gitano”
(1936), de Starkie, también autobiográfica. “Lavengro” es “filólogo” en idioma
romaní.
lunes, 28 de septiembre de 2015
Mujer, escritora, rebelde, perseguida y santa
Cinco siglos no son
nada. El 28 de marzo de 2015 se cumplieron quinientos años del nacimiento de
una de las personalidades más activas y más ricas de la historia literaria y no
sólo literaria: Teresa de Cepeda y Ahumada. En un tiempo de oscuridades y
fanatismos en los que la mujer ocupaba un papel ornamental con escasas
excepciones, aquella niña, inquieta y apasionada, ya con siete años se había escapado
de casa con su hermano Rodrigo, un año mayor que ella, buscando “tierra de
infieles” para encontrar el martirio; su tío les devolvió a casa, que era la de
un hidalgo de cierta hacienda. La niña se enfrascó pronto en la lectura de
romances y libros de caballerías, e incluso siendo adolescente empezó a
escribir una de esas historias que tanto le interesaban.
domingo, 13 de septiembre de 2015
Las lecciones de Alberto Schommer
Alberto Schommer es el
fotógrafo español más interesante, renovador y completo desde mediados del
siglo XX. Ha muerto en San Sebastián el pasado día 10 a los 87 años; padecía
cáncer de próstata. Había nacido en Vitoria y residía desde hace muchos años en Madrid. No ha dejado discípulos a su altura. Su originalidad y
sabiduría mueren con él. Había comenzado como pintor, pero pronto se decantó
por la fotografía. Para Alberti la pintura es poesía para contemplarla además
de para leerla; en sus “Poemas de Punta del Este” dejó escrito: “Soy un poeta
para quien los ojos son las manos de su poesía. Gregorio Prieto publicó un
libro titulado “Poesía en línea” que apareció
en una colección poética. Lorca en su célebre “Poética: De viva voz a
G(erardo) D(iego)” escribe refiriéndose a su poesía: “Aquí está: mira”. Había
que mirarla. Schommer fue un poeta de la fotografía, en la estela de los poetas
de la pintura. Arte y poesía de imágenes
sábado, 5 de septiembre de 2015
Larra, español desesperado
La Asociación de
Escritores y Artistas Españoles, fundada en 1871, que presido desde 2004, custodia
las cenizas de Mariano José de Larra en su Panteón de Hombres Ilustres de la
madrileña Sacramental de San Justo. Descansan junto a Larra, entre otros grandes escritores, Espronceda,
Núñez de Arce, Bretón de los Herreros, García Gutiérrez, Hartzenbusch,
Villaespesa, Marquina, Blanca de los Ríos, Gómez de la Serna, y Manrique de
Lara.
domingo, 30 de agosto de 2015
César González Ruano, del dandismo a la canalla
En el catálogo de escritores
singulares que van apareciendo en el blog no podía faltar César González Ruano
al que conocí y traté. Cuando murió en diciembre de 1965 yo tenía veintiún años
y escribía una columna junto a la suya en el semanario económico “Desarrollo”;
ni él ni por supuesto yo sabíamos nada de economía pero eso para él era lo de
menos y para mí, en su estela, tampoco suponía un obstáculo. Escribí su
necrológica en aquel semanario: “Para César todo era economía”. González Ruano era
entonces el articulista más reconocido de España. Producía tres o cuatro artículos
diarios, consumía tres o cuatro cafés cada mañana, no paraba de fumar, y a la
manera de los periodistas de principios de siglo llenaba las cuartillas sobre una
mesa de café pidiendo recado de escribir; primero lo hizo en el Gijón y luego en el
cercano Teide, hoy desaparecido. Me recibía en su casa de Rios Rosas 54, donde
era vecino de Camilo José Cela y del pintor Manuel Viola, o le visitaba yo en
el Teide (no llegué a tiempo de su etapa del Gijón). De aquella época de mis
ilusiones juveniles conservo una foto dedicada, numerosas dedicatorias en sus
libros y el manuscrito de un artículo suyo, por cierto con falta de ortografía;
aquel día tendría prisa. En una entrada de su “Diario íntimo” recoge uno de
estos encuentros.
domingo, 9 de agosto de 2015
Libros, Literatura e Internet
A alguien podría
parecerle tema controvertido para un blog. ¿Qué peso tiene Internet en el
presente y el futuro del libro? ¿Repercute en la literatura? Se abren ante el
futuro no pocos interrogantes. Vivimos la mayor revolución en la comunicación,
y por ende de la difusión de lo escrito, desde las prensas de Gutenberg en el
siglo XV.
Se habla de la
desaparición del libro en papel y su sustitución por el libro electrónico, que
avanza. Para no pocos la convivencia de ambos no será fácil. El mexicano Joge
Volpi, uno de los narradores más interesantes de la nueva generación
iberoamericana, sostiene que el libro electrónico supone “una transformación
radical de todas las prácticas asociadas con la lectura y la transmisión del
conocimiento” lo que, según él, “dará el mayor impulso a la democratización de
la cultura en los tiempos modernos”. En
su apuesta por el futuro de este formato, Volpi está convencido de que muy
pronto el e-book aparecerá “enriquecido ya no sólo con imágenes, sino con audio
y video”. Pero eso que resulte ¿será un libro?
lunes, 3 de agosto de 2015
Juan Torres Grueso, hombre cabal y escritor recuperado
El cofre de nuestro pasado se abre a menudo cuando meditamos sobre el pasado de los demás. He sentido vivo mi pasado al meditar sobre mi amigo Juan Torres Grueso, muerto hace más de cuarenta años, hombre machadianamente bueno, honesto y consecuente, además de estimable escritor. Es uno de esos creadores que se han quedado por el camino del reconocimiento que merecían y, en definitiva, de la fama literaria. No hace mucho en su ciudad natal, Tomelloso, aparecieron en un volumen sus prosas completas; antes se había publicado su poesía total. Son dos saludables noticias sobre la recuperación de un escritor al que debemos rescatar del olvido.
domingo, 26 de julio de 2015
Diego San José, gran escritor y periodista injustamente olvidado
¿Quién recuerda hoy a Diego San
José? En este tiempo de canon inviolable, de famas prêt-à-porter, de escritores
encumbrados artificialmente, y cuando a menudo nuestras celebridades literarias
se asemejan más a modelos de pasarela que a creadores de poso riguroso, en
medio de falsedades en las cifras de las tiradas y mientras los ganadores de
grandes premios se conocen de antemano, Diego San José resulta un extraño, y no
tanto porque murió hace más de medio siglo y nuestro país es amnésico sobre
todo en el ámbito de la cultura, sino porque su tiempo fue distinto. Conoció
una vida literaria vocacional, intensa y auténtica. Si hubiera vivido en
nuestros días se hubiese muerto de asco, él que padeció tanto.
jueves, 25 de junio de 2015
Carlos Murciano: Poeta magistral y coherente
Carlos Murciano ha cumplido
más de ochenta años y ha publicado más de ochenta libros. Además de como poeta
destaca como ensayista, autor de cuentos, traductor, musicólogo, crítico de
arte y crítico literario. En todos estos campos ha cosechado reconocimientos. Doy
la razón a Víctor Hugo: “Un poeta es un mundo encerrado en un hombre” y sigo a
Lorca: “Todas las cosas tienen su misterio, y la poesía es el misterio que
tienen todas las cosas”. La lectura es el gozo de ese misterio que late en cada libro y que el
autor comparte con el lector que lo desentraña a su manera desde la
complicidad.
Transcurridos ya
sesenta años desde la primera entrega poética de Murciano, “El alma repartida”,
de 1954, acaba de aparecer “Amatorio 2”, libro que es complemento y suma, no
segunda parte, de “Amatorio”, de 2010. Los dos poemarios reúnen un centenar de
notables sonetos.
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